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Hija de un poeta y una socióloga, hermana de tres mujeres , la menor de todas ellas, Escrow Manager y bloguera, friolenta y tragoncita. Que disfruta conocer diferentes lugares de comida , viajar y cocinar. Le encantan los gatos, los búhos, los atardeceres, los programas de asesinatos y concursos de resposteria, ama el café con leche y la buena conversación. Un poco obsesiva con el orden de su hogar y con los sonidos de la noche. Soy tranquila, risueña, carrilluda, independiente y muy trabajadora.

jueves, 4 de noviembre de 2010

El norteño bar


Y llegó el día en que se hace oficial la partida de casa del Tomás; qué mejor oportunidad de raite que de pasadita vaya con mi papá al encuentro literario tan famoso desde hace ya varios años en casa, al cual nunca lo hemos acompañado. Está sería la primera vez. Haríamos roadtrip desde el viernes por la mañana, iríamos por el Ponchito y de ahí agarraríamos camino a la salida de Tijuana, entrada a Tecate, y pasaríamos por el Hongo, la Rumorosa y la Salada. Debo mencionar que no fue del todo placentero el comienzo de ese día, ya que no pudimos hacer el recorrido de siempre para salir de casa: cámaras, noticieros y policías con sus inmensas ganas de amenaza rodeaban la entrada de la calle Cueva; todo parece ser que era un hombre muerto arrojado en la vialidad con agujeros en el cuerpo, como si fuese una llanta ponchada por clavos disparados. Por obvias razones nos desviamos un poco del camino original, y así llegamos por el Ponchito, metimos las maletas y partimos a la carretera hacia la capital bajacaliforniana, esperando nuestra llegada con unos clamatitos y una cervecita bien fría, cual nalgas de pingüino, y así fue, a las doce del día llegamos al pueblo cachanilla con el merecido recibimiento terrestre de 3.9 grados richter con destino directo al famoso lugar de clamatos ¨La Resaca¨, y le siguió el Hotel El Norte para el ¨check - in¨ y finalmente a casa del Tomás y la Tica, apodo mañanero de ¨simpa¨, y nocturno de la ¨pu¨. Ese día conocí a los personajes de las historietas de papá: a Fidelia, la única Caballero del lugar, al Chuy Ruiz, alias el Tararira, al anónimo Hernández, mejor conocido como Mauricio Bares y a su mundo de cucarachas, otros más como el Carmelo o Caramelo, Esmeralda la inquieta, y tantos que tenía tiempo sin ver como a la China Sing, al Capo y al Zéleny. En fin, me sentí con en la película de Big Fish, sólo que a diferencia de Will Bloom yo los conocí en vivo y no en el funeral de mi padre, ¡Eso si hubiera sido una verdadera lástima¡
El mismo día por la noche nos visitó el Tararira y nos contó a grosso modo las aventuras con el Johnny y las primas en el Mikeys, un poco sobre los imanes poderosos de su mujer y de su barbacoa que mejora con los años.
Al día siguiente desde las once de la mañana llegamos al evento, y nos recibe Elisa y sus verso, y el compañero de mesa con su famosa página de matando musas. Fue un buen comienzo, hasta que siguió la mesa de lectura sobre el cine con Soto Ferrer, otro personaje de papá, sólo que este es el de carácter fresón, pedante, o mamón, como le quieran llamar, con pose de rey y porte de rabino, fue una mesa bastante aburrida, y mis nalgas ya estaban cansadas de estar reposando en la silla, así que salí a ver la exposición del concurso de calaveras, ¡Cuál creen que ganó?, vamos es obvio, tenía que ser la calavera del bicentenario. Ciertamente no era la única persona del público que estaba harta de escuchar a gente dando órdenes para que estuviera lista su película, de la cual si haces un buen artículo sobre ella o resumen no es necesario proyectar nada, basta con la imaginación, en fin, sólo demuestra que ella es una persona visual, lo cual es respetado. Ya estando acá en el viboreo pues al Tomás se le ocurrió buena idea, que fuéramos al Norteño Bar, que quedaba a unas cuantas cuadras. Se organizó la raza y nos fuimos caminando hacia el lugar donde el Ponchito dejó su corazón. No la pasamos a toda madre, pisteando cerveza de barril un poco ralita pero bien helada, platicando con los escritores invitados de tiempos de literatura y haciendo tiempo para irnos al CEART a la plática de las comadres, la cual se rumoraba sería de lo mejorcito, y lo fue, la China Sing cuasi nos cantó los versos para su padre; la Alejandra llegando desde China con cansancio en sus ojos, leyó sus escritos cortitos pero efectivos; Rosy y su vivencia dolorosa, y el Ponchito su Glorioso actuado, bajando la escalera como la Gloria Swanson en de Sunset Boulevard. Tequileando por el frío obligué a los mosqueteros a irnos a la casa de los cuartos colectivos y seguirle por allá; llegamos banquetados con olor a mezcal salvos, pero no tan sanos.
El Tom nos cantó y tocó la guitarra y la armónica, y en mi salida oficial de su casa me regaló un cd el cual no revelaré porque al parecer aún no recuerda que fue lo que me dio, no vaya ser que si les digo y lo lee, lo quiera de regreso. (Tomás, no te preocupes, te lo quemo y te lo mando por paquetería). Amanecimos como pudimos, con narices tapadas, fuegos en la boca, y una cruda moral y nos fuimos a desayunar al Panzón, ellos un menudito y yo unos deliciosos tacos de chicharrón.
Finalmente llegó la partida, nos despedimos, le entregué las llaves colectivas y abrace a la Tika, mi fiel acompañante auditivo a la esquina para tomar el taxi a mi trabajo.

7 comentarios:

  1. pos mija, no cabe duda que como cronista ya lizo. me da gusto que haya usted estado tan bien en esta que es su casa, y con sus llaves que dejó ai colgadas, y lo mismo que mis hijas, que escriben bailando, le digo: un abrazote y mucha dicha pa que siga el dicho. salú!
    Desde la cabaña del tío Tom

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  2. soy el cantinero, de el bar EL NORTEÑO ese dia me acuerdo que llegaron temprano y tomaron unos tarritos de a litro, parecia que se la estavan pasando bien y hoy me doy cuenta que si es verdad se la pasaron de maravilla.... gracias por vicitarnos atte oscar salazar. si me da permiso de imprir la foto y ponerla en el bar

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    1. Considerando que la crónica me hizo revivir y repensar,que estuve ahí y afortunadamente se me perdió la sed, doy mi cachito de permiso, para que ese momento glorioso sea visto. Saludos, gracias y ahí nos veremos. Atentamente Alejandro Aguilar Zeleny.

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    2. Considerando que la crónica me hizo revivir y repensar,que estuve ahí y afortunadamente se me perdió la sed, doy mi cachito de permiso, para que ese momento glorioso sea visto. Saludos, gracias y ahí nos veremos. Atentamente Alejandro Aguilar Zeleny.

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  3. Qué buena narrativa, Tril. Besos a la familia!

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