Y todo comenzó como una fantasía de visitar el continente europeo algún día no muy lejano.
Una noche como cualquier otra, las castillo girls comentaron que querían hacer un paseo por varios países europeos cada una con sus amigas, y uno de ellas comentó – y por qué no juntamos las amigas y nos vamos las cinco morras – así que procedimos a juntarnos para festejar el día de la amistad, frente a un televisor viendo “La la land”, comiendo burritos del jalapeños y bebiendo tragos coquetos hechos por la Dany, todo esto con el fin de ver si había química entre las amigas y así poder lanzar la propuesta de irnos de viaje las cinco. Y pues nos hicimos una misma, igual de peladas, rebeldes y tragonas. A los días, la Tany nos envía un mensaje al whatsapp, diciendo que encontró un ofertón, boleto por Aeromexico redondo, Tijuana - Paris, trece mil pesos a seis meses sin interés con la AMEX …. No sé digas más, aceptamos y de ahí empezaron las reuniones domingueras durante seis meses, donde se armaban el tour entre Citla, Dany y Tany, mientras Perlita y yo compartíamos anécdotas y memes eróticos, accediendo a todo lo que decían nuestras hermanas controladoras de nuestras vidas. Aclaro, no es queja, me gusta que sean tan organizadas y que lleven su libretita de tandas.
Y se llega el día más esperado, el viernes 8 de septiembre, todas listas, con la maletas llenas e invadidas de emoción nos subimos al avión. Fueron las 9 horas más largas de mi vida, ansiosa por llegar, casi ni dormí, me aventé tres películas y yo ya moría por llegar.
!Bonjour!, París nos recibe con dos oficiales de migración maduritos y bastante atractivos, un cielo nublado con un hermoso arcoíris y unos franceses malhumorados, ¡oh sorpresa! Así son en su mayoría, fríos, gritones, odian a los estadounidenses, (no todos los güeros somos gringos). No todo fue tan malo, Notre Dame y el Río Sena están llenos de ratas gordas que hacen gritar a la gente, ellas son muy amigables y sociables, Montmartre, la Basílica del Sagrado Corazón con cierto toque celestial y su espacio Dalí, pequeño pero lleno de magia y criaturas surreales, Museos como el Louvre, Rodin, Orsay, l'orangerie con pasillos interminables y jardines llenos de vida, el Barrio Latino, Moulin Rouge, y sus historias eróticas, el Cementerio del Père-Lachaise, donde encontramos a Jim Morrison, Oscar Wilde, Chopin y Edith Piaf, y la gran Torre Eiffel sobrevalorada, llena de luces que parecen luciérnagas de noche.
La comida con Gigi y su pedido de comida mexicana, salsa y tortillas para sus antojos. Y cómo olvidarnos de su gastronomía, el delicioso fondue de miel con nuez, papas gratinadas con queso, crepas de plátano croissants de nutella y sus ensaladas sin aderezo.
Después seguimos con Ámsterdam, ciudad encantadora, ciclistas apresurados, donde no importa el lado hacia donde ves, todo parece una fotografía de postal, llena de gente bonita, clima lluvioso y frío, queso exquisito, conos callejeros repletos de papas fritas con aderezos variados, barrio rojo, lleno de vitrinas con mujeres exóticas y una gran variedad de alimentos con yerba. Recorrimos sus museos llenos de historias, como la Casa de Ana Frank, Museo Van Gogh, Moco y Rijks. Pescamos un buen resfriado y unas gomitas de osos color verde, llenas de risas e imaginación.
Llega Italia, la ciudad de Roma con los encantos de Mateo y Nachito, la gran hospitalidad de la gente, el buen humor, las deliciosas pastas, sus pizzas de tres quesos, los calamares fritos, el buen tinto, sus dulces gelatos, el Coliseo que te topas cada que sales a la tienda, el tétrico vaticano, el foro o coliseo romano y sus lamentos de dolor, la enorme Fontana di Trevi, el Panteón de Agripa, la Capilla Sixtina, alta e inalcanzable a la cámara, y la chiquita y colorida ciudad de Venecia, llena de tienditas escondidas, paseos en góndola, y hombrecillos de rayas cantándote al oído. Isla Capri, pequeñita, llena de gente y construcciones, agua color esmeralda, erizos color naranja, y piedras farallón enormes que nos dan sombra.
Ahora España, Barcelona, ciudad en movimiento, Parque Güell, La Rambla, La Sagrada Familia llena de significados, su arquitectura rebelde moderna y sus vitrales de colores. La paella en tinta de calamar, las patatas bravas, la chistorra y su tinto de verano. Girona, ciudad medieval con menos de cien mil habitantes, repleta de gente feliz que atiende gustosa a los turistas, y Figueres con su Fundación Gala-Dalí, museo creado por él, antiguo teatro, con pasillos a desnivel confuso, donde se encuentran sus restos y sus más íntimos secretos.
Madrid, El enorme Guernica en el Museo Reina Sofia, El jardín de las delicias, Las meninas, La maja desnuda en el Museo del Prado, el Bar Hemingway de entrada clandestina y sus deliciosos Bloody mary, los choferes alocados, sus patatas bravas, sus croquetas de jamón serrano, la ensaladilla rusa, la tortilla española, el rabo de toro, el hígado de cordero, su tinto de verano frutal, sus museos de jamón, su pan con tomate. Y sus adorables bailadores de flamenco y los conciertos de jazz.
Y por último, pero con gran importancia, las coyotitas sobre el Hop- on Hop-Off, la jalada de patas, los trenes, las perdidas en el metro, las carcajadas, los desvelos, los olores a limoncello combinado, y los momentos no dignos para este medio con mi nena, las cochitas y la Tany.
Próximo año crucero por ahí ….
