Se desata la tercera guerra mundial planeada desde hace años, haciendo una crisis económica y emocional, implementando reformas laborales, fiscales y demás, donde se hace mal uso de la palabra “reforma” ya que no son para innovar y/o mejorar el estilo de vida, o bien ¿quiénes serán los beneficiados? Los de siempre, los políticos, los empresarios y la bendita iglesia.
Camino por las calles y veo vendedores ambulantes con licenciatura buscándose la forma de ganarse la vida, hay una sobrepoblación de universidades patito y otras con un nombre ejemplar con estudiantes basura, que sólo pasen de semestre por su gran apoyo económico a la universidad y a los buenos estudiantes les recortan la posibilidad de beca y crédito educativo.
Con estas nuevas formas de vida, habrá un aumento de ansiedad y depresión que los llevará al suicidio, porque no habrá manera de pagar a los psicólogos, psiquiatras o un simple ansiolítico, porque claro, se necesita ir al médico, pagar una consulta y pedir una receta para obtenerlos. Antes la mascota aminoraba los dolores del alma y la soledad, así como asistir a conciertos, masticar chicle para bajar la tensión, tomarse la cervecita ocasional y ahora se pagará un impuesto extra por todo esto.,
Hace unos días, una amiga asistió a una boda de gente bien en la ciudad de Tijuana, con 912 invitados, sentados en diferentes tipos de sillas y centros de mesa, variedad de comida elegante, restaurantes y lugares de postres, alcohol, mobiliario, cristalería, meseros, cocineros, carpas, manteles, baños portátiles, pastel, vestido de novia y recuerditos. No obstante, el lugar era un simple terreno que fueron montando con una semana de anticipación hasta convertirlo en un evento del año. ¡Bonita manera de gastar!
Pienso también en gente con los puestos altos de instituciones conocidas, con sueldos de 40,000 pesos o más, y que asisten sólo un par de horas, pero eso sí para el día del pago los tiene puntualitos a cobrar. Sin embargo, la empresa despide a la gente que hacia el trabajo de los otros, que llegaba puntual, que nunca faltó, y que tenían sueldos de menos de 10,000 pesos, con excusas baratas de que no hay presupuesto, o bien un cierre de ciclo.
Hoy en día te asegura un techo y una comida la cárcel o un convento, pero nada de eso creo que me haría mejor ser humano o una mejora en el futuro. Ya no podría envolverme por días en páginas de libros. Leyendo a Virginia Wolf o a Isabel Allende. De pronto Poe ya no escribe los cuentos más terroríficos, ni el cuento de “La Gallina degollada” de Horacio Quiroga me asusta. La realidad me causa más miedo. Hasta en éstos tiempos es bueno leer a Osho para ponerse en modo positivo incrédulo, para seguirle encontrando sentido a la vida.
El mundo económico colapsa y empieza a asfixiarme lentamente. La gente sigue teniendo hijos aumentando la población con futuros profesionistas sin empleo, sin pensiones, sin recursos naturales. Y sin embargo, la vecina sigue comprando zapatos nuevos de marca, gastando en fiestas para intentar agradarles a los demás.
Y ya no es piedra, papel o tijera, ahora es monja, prostituta o delincuente. Apenas se empieza a sentir el estrés que la gente humilde tiene años probando, con un temor a diario de no saber que darle de comer a sus hijos.
