Recorriendo la ciudad desde el Guaycura a Playas de Tijuana, el Oso llegó a llenarme de reeses,mazapán, besitos, apapachos, elotitos sorpresas y mañanas musicales llenas de imitaciones noventeras y de risas contagiosas.
Le da amor a la Maty, y conversan en lenguaje gatuno, entre estornudos y regaños consiente a la cabrita.
Nos regala su tiempo y listas de canciones. Sobrevive valiente a mí ser friolento, tolerando calentón eléctrico, montañas de cobijas, y mi 'ugly sweater', mientras afuera apenas hace algo de viento helado.
El oso, mi barbón, mi surtidor de abrazos, es misterioso y reservado, y el más amoroso y adorado.
Atentamente, la kitty cat, la güera, la Trilce