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Hija de un poeta y una socióloga, hermana de tres mujeres , la menor de todas ellas, Escrow Manager y bloguera, friolenta y tragoncita. Que disfruta conocer diferentes lugares de comida , viajar y cocinar. Le encantan los gatos, los búhos, los atardeceres, los programas de asesinatos y concursos de resposteria, ama el café con leche y la buena conversación. Un poco obsesiva con el orden de su hogar y con los sonidos de la noche. Soy tranquila, risueña, carrilluda, independiente y muy trabajadora.

martes, 8 de marzo de 2011

Buscando chamba...

Antes de escribirles sobre mi hazaña laboral, les contaré la discrepancia por la que tuve que decidirme. Tiempo atrás quería salir de la universidad, tenía mi vida planeada en un trabajo que no existía más que en mi mente y a miles de personas abriéndome las puertas, no tenía preocupación alguna por el trabajo, creía que al graduarme tendría trabajo como orden regular de la vida. Sin embargo había un problema, al recibirme de la carrera Trilce no estaba segura de querer trabajar de inmediato, quería ese tiempo libre sólo para mí, para hacer las cosas que me gustaban y que tenía mucho que no hacía por placer, así como leer, escribir , vender en el sobreruedas, hacer mermeladas y hacer a mi antojo lo que quisiera. Aguante unas cuantas semanas y me fui de voluntaria a una clínica del seguro social, donde posteriormente me ofrecieron un trabajo soñado en Mexicali, tuve buenas y malas experiencias como cualquier persona, pero no me arrepiento de a haberme ido, fue parte de mi vida. A mí regreso a Tijuana, yo volvía a mi libertad, y cero responsabilidades, de hecho creo que no tiene nada de malo querer hacer las cosas que te gusten y pensar en ti, el problema es que quieres cosas y necesitas otras, y eso de pedirles dinero a tus papás como que se vuelve rutinariamente cómodo, pero con cierto aire de remordimiento, en fin me dediqué semanas para mí.

Ahora que nuevamente me mudo de casa, hacia el mejor lugar en el que puedo vivir, con la gente más curada, la ciudad con mar y con mayor tranquilidad comparada con Tijuana, pueblo bicicletero y con olor a pescado cuento con el apoyo de mis padres, pero estoy mermando su economía pese a lo poco que les pido y me doy cuenta que ahora sí quiero trabajar para poder seguir aquí, en este lugar donde me siento en paz conmigo misma y con mi entorno.

Paso los días en Ensenada y de pronto tengo días de insomnio, no quiero dormirme porque tengo este sentimiento de felicidad y sonrisa en mi rostro que no quiere descansar por las noches, así que me dedicó a devorar libros y a terminarme la tinta y las hojas de cuaderno en cada noche de insomnio.

Pero volviendo al tema; buscar trabajo es una especie de proyecto sistematizado, en el que hay que tener muy claro lo que buscamos y ponernos metas semanales, aunque en el peor de los casos, no sea lo que buscamos, revisamos nuestras necesidades y aceptamos cierto trabajo como algo temporal, en lo que encontramos el trabajo ideal. Creo que es un tanto dañino establecer el término ideal, ya que ese no existe, más bien depende de uno mismo, de que tu juez interno no sabotee el empleo, y que te sientas bien con lo que haces, en un ambiente favorable y en el que poco a poco vayas cubriendo tus necesidades, que en mi caso con los pocos salarios ofrecidos serán prioridades. En fin, buscar trabajo en el 2011, no es lo mismo que buscarlo hace treinta y cinco años, referencia que le digo a mi madre, que continúa comparando sus épocas laborales con las mías. El domingo pasado mi abuelo me contó de su ida al médico y de cómo su cuerpo se ha vuelto contrariado, dice que en vez de bajar de peso, baja de estatura y que en lugar de subir de estatura, sube de peso. Esa teoría la aplico en el empleo de hoy en día, el desempleo va en incidencia y el país en decadencia. Este mundo es un cochinero, así que lo que trato es de limpiar mi espacio para que la mugre no se pegue.

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